3.1

Estoy convencido que existe un punto de quiebre al cual se llega en un cierto punto de la vida. En ese punto uno ve mas allá de lo que quiere ver. Se da cuenta que no es lo mismo la realidad en la que uno cree vivir, que la realidad en la realmente vive. Y cuando pasa esto, te replanteás todo tu mundo de otra manera. De una manera menos ciega, mas objetiva y totalmente verdadera.


Una vez que el replanteo termina, solo queda una cosa por hacer. Decidir. Podés volver a vendarte los ojos, hacer como que no pasa nada y vivir en tu propia mentira de por vida, o bien, podés elegir revivir, hacer lo que haga falta para tener un absoluto control de tu universo y luchar por lo que realmente querés.


Obviamente este punto de quiebre, como lo llamo yo, es imposible de determinar cuando va a aparecer. Te das cuenta. Yo me dí cuenta hace un tiempito y recién hoy decidí decidir. Porque hoy? Porque mi alma tiene una certeza de que hoy es el día indicado...


Si mi elección hubiese sido la primer opción (vendarme los ojos), seguramente este post estaría hablando sobre como salió todo el sábado pasado cuando toqué en vivo, de como sonó Iron Maiden ayer a la noche y toda su magia, que me voy a perder a Slash con su galera, o de que el martes Motorhead me va explotar la cabeza en vivo. Claramente este post no está dedicado a nada de todo esto.


Después de que este día termine, todo va a ser distinto. Por lo menos para mi...